Entrevista a Mario, coordinador de voluntarios

Como cada año, la campaña de voluntarios 2022 para ir a Haití está en marcha. Son muchas las personas que quieren ayudar a nuestras flores y sus hijos/as a tener un futuro mejor, pero también surgen muchas dudas.

Hemos entrevistado a Mario, nuestro Coordinador de Voluntarios. Mario se unió a Flores de Kiskeya en 2018 en el departamento de Administración en España. Desde el primer momento, se involucró con el proyecto y el equipo. Sus ganas, implicación y altruismo, le llevaron hasta Haití donde conoció de primera mano a todo el equipo haitiano.

Hoy nos cuenta su experiencia como voluntario en Haití y contesta algunas de las preguntas más frecuentes que nos hacéis como futuros voluntarios.

Lo primero de todo, ¿qué hace único el voluntariado con Flores de Kiskeya?

Para mi, lo que hace realmente especial a Flores de Kiskeya (FDK) son las personas que forman el proyecto; nuestras flores, sus hijos/as, el equipo que tenemos en Haití. Desde que llegas, se preocupan porque estés feliz y te transmiten mucha alegría y amor.

Recuerdo la primera vez que fui a Haití, en julio de 2019. Desde el primer momento que llegué, me sentí acogido. Todo el mundo se preocupó porque estuviese bien y en muy pocos días sentí todo el apoyo, como la gran familia que es Flores. Tenía claro que sí o sí iba a volver, no sabía cuándo pero esa no iba a ser la primera y última vez que pisase Anse-à-Pitres.

Esta energía tan bonita la sigo sintiendo cada vez que voy. Desde el recibimiento de los niños/as con una sonrisa, los abrazos que te dan cuando apenas te conocen, el interés de las mamás por conocerte y enseñarte su cultura, el cariño de las cocineras… un sinfín de momentos que hacen que la experiencia sea inolvidable y que los voluntarios volvamos cargados de momentos muy especiales que nunca olvidaremos.

Cuéntanos cómo es un día como voluntario en Haití

¿Un día en Haití? Podría decir y explicar muchas cosas porque es un no parar (risas).

Tenemos un horario y unas actividades marcadas que tenemos que llevar a acabo, pero raro es el día que no surgen nuevas cosas y nos tenemos que adaptar. Desde que nos levantamos (sobre las 07:30 – 08:00h) hasta que terminamos la jornada de voluntariado (16:00h), las horas pasan sin que te des cuenta ¡es increíble!

Para que se hagan una idea. Empezamos el día cruzando la frontera, la casa de los voluntarios la tenemos en Pedernales (República Dominicana). Una vez llegamos al centro, solemos tener 2 actividades: una sobre temas organizativos (reunión con el educador, responsable del centro, preparar talleres, etc) y otra con las mujeres que tienen bebés y niños más pequeños (taller de expresión, formación sanitaria, baile etc.)

Después, esperamos a las mamás que han ido a recoger a sus peques y comemos todos juntos en el choukun. Compartimos ese rato de comida más tranquilo. Es un buen momento para que los voluntarios conecten con las mujeres y jueguen con los niños/as.

Tras la comida, las mujeres acuden al Taller de las Flores para seguir creando productos solidarios (que luego vendemos en España). Mientras, los niños/as realizan actividades, y los voluntarios, en función de su perfil, darán apoyo en el Taller, el proyecto sanitario o acompañarán al educador en el desarrollo de las actividades educativas de la tarde. Hasta que finalmente llegan las 16:00h y ponemos fin al día.

Después de un día tan intenso y emocionante, tenemos tiempo libre. Se puede aprovechar para hacer algún recado por Pedernales, preparar algún taller, dar un paseo por el pueblo o disfrutar de la preciosa playa que tenemos a un minuto de la casa ¡un lujo!

¿En qué idioma se realiza el voluntariado?

Aunque el idioma de Anse-à-Pitres es el creole (similar al francés) muchas personas saben hablar español por su proximidad a la frontera con República Dominicana.

Con la gran mayoría nos comunicamos en español (responsable del centro, educador, varios trabajadores e incluso algunas de nuestras flores). Realmente el idioma no es un impedimento para venir a hacer voluntariado con nosotros (risas).

Creo que ya nos estás convenciendo, pero queremos saber más. ¿Realizáis apoyo previo? ¿Y durante el voluntariado?

Sí, por supuesto. Creemos que es muy importante que la persona voluntaria vaya lo mejor preparada posible y se sienta acompañada en todo momento.

Antes de ir, cuentan con todo mi apoyo, como coordinador de voluntarios. De hecho, solemos realizar 3 reuniones previas a su llegada para organizarnos, resolver dudas, papeleo, temas logísticos etc.

Durante su estancia en Haití, tienen el gran apoyo de la Responsable del Centro de FdK en Anse-à-Pitre (Amena), el Responsable de Empleados (Tipapa) con quienes compartirán su día a día. Además, realizamos reuniones semanales con Romi, la fundadora de FdK, para hacer un buen seguimiento y aconsejarles. Por supuesto, también pueden contar conmigo ya que suelo pasar temporadas largas en el centro de Haití.

¿Hace falta tener experiencia previa como voluntario para poder ir a Haití?

No, no es necesario. Sí que es verdad que de cara a la gestión emocional, siempre ayuda tener esa experiencia pero no es un requisito indispensable. Tener ganas de ayudar a los demás es lo más importante.

Lo que sí es importante es tener experiencia en el área que se vaya a colaborar (sanidad, educación, costura…), no solo a nivel de conocimientos sino a nivel práctico.

¿Qué le dirías a alguien que está pensando hacer un voluntariado?

Les diría que todos podemos hacer algo por los demás, desde cosas muy pequeñas en nuestro día a día hasta dedicar parte de nuestro tiempo a los que más lo necesitan.

En cuanto a hacer un voluntariado, lo importante es que busquen un proyecto que les guste y con el que se sientan identificados (por valores, objetivo, misión…). Todos podemos intentar crear un mundo mejor si empezamos a hacer pequeños gestos a nuestro alrededor.

Y a quienes estén pensando involucrarse con Flores de Kiskeya y quieran ir a Haití, les animo a que nos escriban y que aprovechen esta enorme oportunidad que ofrece FdK. Una experiencia como el voluntariado de Flores va a ser una experiencia inolvidable, que va hacer que cambie algo dentro de ellas y va a aportarles muchísimo en su vida.